En un mar de personas nos encontramos, viajamos contra el viento, de mundos diversos y culturas efímeras pero trascendentales, somos uno con el tiempo, con la vida y el universo, somos polvo y materia a la vez, somos aire y esencia, nos encontramos en un tiempo, en un momento y en un lugar, pero jamás nos preguntamos él porque estamos aquí.
Hace mucho tiempo que me pregunto porque nacimos, para que estamos hechos, porque necesitamos tanto del amor para vivir, hay veces en las que prácticamente me vuelvo con el amor, me vuelvo uno solo con lo que siento, pero a hay veces que las dudas me convierten en incrédulo y todo comienza a ser distinto.
Las palabras giran alrededor de mis cuestiones, provocando incertidumbre y miedo, pero creo que el ser humano es así, tenemos miedo a lo desconocido, no comprendemos lo que somos y porque estamos aquí, pero sin embargo sentimos la magia de compartir con los demás el poder del amor.
Esa magia nos inunda día a día, para compartirlo todo, darlo todo por las personas que amamos y que nos importan, pero nos olvidamos de lo más importante, ser felices y compartir con el creador esa magia maravillosa que nos da vida.
Hace tiempo un hombre, un ser, un maestro, nos vino a enseñar que el amor no tiene nombre, que no tiene fronteras y que no tiene fin, ese hombre nos enseño el valor más importante de nuestra humanidad, perdonar, vivir y sonreír, creer en lo imposible y ser como la fe siempre eterna.
La vida comienza con un deseo que se va haciendo una necesidad, el tiempo pasa lentamente pero es constante y duradera, hay veces que nos vemos sumergidos en llanto en dolor y agonía, perdemos la fe y las ganas de vivir, olvidamos que el mundo es mas allá de problemas y rencores, es mas haya que discusiones y guerras es mas allá de odio y de rencor, las palabras fluyen como el canal que se construye en el pensamiento, las palabras son destinadas a las personas que escuchan, pero aquellas que se niegan a escucharlas jamás serán oídas, mas sin embargo el amor los tocara tarde o temprano y esa sordera se volverá alegría.
Lentamente se abre la fuerza que destina el poder interior, la magia de la vida se abre paso sobre todas las cosas y circunstancias, la fe lo puede todo, es la energía base para el universo, la fe es el vehículo que nos hace inmunes a todo, la fe es lo que nos precede después de la muerte, es lo que nos da vida y lo que nos llena el alma, palabras, solo palabras tal vez, pero si podemos llevarnos algo después de esta experiencia llamada vida, serian recuerdos, ilusiones, momentos y circunstancias que nos forjan como seres humanos, como únicos e individuales, tan especiales como el Creador nos moldeo.
Eso somos una inagotable fuerza de poder, con la única facultad de enseñar y aprender de vivir y sentir, de darlo todo sin esperar nada a cambio, así somos, así es el ser humano, cálido como el sol, mágico como la lluvia y eterno como el universo.
Dios dice, Amaos los unos a los otros, no importando la religión, credo, idioma, nacionalidad, color o lengua, amarse sin motivos, sin distinciones, amar lo inimaginable, lo sublime y lo inalcanzable.
El motivo principal para vivir, es las ganas de ser mejores de cambiar para poder trascender en luz, en magia y en poder, ese poder que nuestro creador nos dio con la única finalidad, de trascender.
De ser felices y de vivir.
Promesa de vida eterna, es aquella a la que nos aferramos con todas nuestras fuerzas esperando algún día el regreso a nuestro padre.
Te alabamos señor, te bendecimos y te damos gracias por todos los dones que nos obsequiaste, te pedimos por cada uno de nuestros seres queridos, esperando algún día, conocer la gloria de tu alma y la felicidad de tu corazón.
Amen, Dios bendiga a cada persona que comparte su amor, sin esperar nada a cambio.
Daishka.
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