Cuando aún en mi lecho posaba
Tu dulce aroma se paseaba
Acompañado de destellos dejaba
Profunda fragancia que mi alma anhelaba.
Tu dulce aroma se paseaba
Acompañado de destellos dejaba
Profunda fragancia que mi alma anhelaba.
Dulce aroma que de mañana instaba
Doblar mis rodillas y ante ti humillada
Logré oír que tu voz me hablaba
Me decía, tú eres mi hija amada.
Doblar mis rodillas y ante ti humillada
Logré oír que tu voz me hablaba
Me decía, tú eres mi hija amada.
Dulce aroma que mi memoria grababa
Suave fragancia que tu ser destilaba
Aún en mis sueños tu aroma estaba
Olor permanente que jamás terminaba.
Suave fragancia que tu ser destilaba
Aún en mis sueños tu aroma estaba
Olor permanente que jamás terminaba.
Patricia J. Olivera Costilla
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