Cuando estudias alguna profesión y comienzas el largo pasar de los días, meses y años, te haces varias preguntas, podré llegar a ser un buen profesionista, la haré de esto, realmente viviré de eso, creo que todos hemos llegado a pensar en esto.
Les contare un poco de esta profesión, cuando empecé a estudiar odontología no tenia ni la minima idea de lo que iba a ser mi vida, no tenia noción de lo que me esperaba, han sido 3 años de mi vida, en donde todo ha cambiado, desde comenzar un día a partir de las 4am hasta acabarlo por ahí de las 11pm, de ser delgado a ser llenito, de no tener tiempo para comer, ni dormir ni hacer nada, en donde el tiempo lo apremia todo y la desesperanza premura mas, en donde el estrés es el rey y la soledad su compañía.
Así es la vida del medico y la del odontólogo, es algo triste, llena de sacrificios y de sufrimientos, en donde cada día uno debe ser mejor y demostrar que el logro se encuentra en uno mismo, en donde día a día te enfrentas contra tu peor enemigo tu ignorancia misma y la mediocridad, en estos 3 años de ser estudiante de odontología, he aprendido a que el mejor maestro es uno mismo, el mejor hogar es la familia, el mejor amigo es Dios y la mejor familia son los amigos.
A pesar de todo este tiempo, en donde te has caído pero te has sabido levantarte sigues adelante, con la única convicción de ayudar al prójimo con tus acciones, con tu cariño, con tu apoyo y con diagnósticos y tratamientos acertados, tratando al paciente como lo que es, un ser humano que tiene problemas y sueños.
Y que su única respuesta eres tú.
El medico y el odontólogo es sobre todo Amigo, confidente y Santo de los pacientes.
Bueno al menos eso yo he aprendido
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